miércoles, 26 de junio de 2013

Embarazada sí, enferma no





Me da mucha pena ver como muchas mujeres viven sus embarazos con ansiedad, con miedo constante...

Miedo cuando el test nos sale positivo... ¿lo perderé?

Miedo en la primera eco...

Algunas incluso no esperan ni a la semana 12 para hacerse la 1ª eco, tal y como recomienda el Ministerio de Sanidad... van al gine privado a hacerse una eco super precoz, la cual realmente no nos sirve de mucho...

El miedo continúa porque la “sociedad” nos dice que es mejor no publicar a los cuatro vientos que estamos embarazadas durante los tres primeros meses, ya que “hay mayor riesgo de perder al bebe”, por lo que estos meses se llevan muchas veces en silencio, sin poder expresar la inmensa alegría “por miedo a... una pérdida”.

Si conseguimos dar con una buena matrona al principio del embarazo que nos diga: ¡Enhorabuena, ahora a cuidarte y a disfrutar! Pues genial.. pero resulta que en numerosas ocasiones lo que nos dicen es: no puedes hacer esto, no debes comer aquello, ten cuidado con..., no cojas kilos... en fin, que el embarazo acaba convirtiéndose en una carrera de obstáculos, prohibiciones y estrés; con más ganas de llegar pronto a la meta que de vivirlo como una de las experiencias más bonitas y mágicas de la vida de una mujer.

Informarse y leer durante el embarazo es importante, para estar tranquilas, para confiar en nuestro propio cuerpo, ya que estamos perfectamente diseñadas para embarazarnos y dar a luz a nuestros bebes, ¡rara vez esto falla! pero afortunadamente para esos casos están los hospitales y los profesionales sanitarios.

Para lo que es definitivo disponer de información es para poder elegir... ¿cómo queremos controlar nuestro embarazo? ¿cómo nos gustaría que fuera nuestro parto? ¿qué esperamos de él?

Sólo así nos podemos hacer cargo de nuestro proceso de gestación, porque cuando vamos a dar a luz no vamos a que nos operen de apendicitis... somos nosotras las que vamos a hacer el trabajo duro, somos nosotras las que vamos a traer al mundo a nuestros hijos; las matronas estamos para acompañar el proceso e intervenir en caso de necesidad, exclusivamente.

Si no cargamos la responsabilidad de la educación en los maestros ni la salud de nuestros hijos en los pediatras, ¿por qué dejar la responsabilidad de nuestro parto en manos de los profesionales sanitarios?.



Desde aquí os recomiendo varios libros que me encantan y que pueden ayudar a ver la maternidad y el parto desde otro prisma:



La Revolución del nacimiento, de Isabel Fernandez del Castillo

Parir sin miedo, de Consuelo Ruiz

Cartilla para aprender a dar a luz, de Consuelo Ruiz

El dolor del parto, de Verena Smith

¿Nacer por cesarea?, de Ibone Olza y Enrique Lebrero






jueves, 13 de junio de 2013

Maternidad y Salud. Ciencia, Conciencia y Experiencia.





 
 
El 28 de Mayo fuí al Colegio de Enfermería a la presentación del libro Maternidad y Salud. Ciencia, Conciencia y Experiencia.
Ya había leido sobre él pero fue todo un lujo escuchar los comentarios de alguna de sus autoras, desde el punto de vista más emocionante y tierno de la Pediatra Concha de Alba al más científico de la Psiquiatra Ibone Olza.
Sólo un punto me llamó la atención y me entristeció; esto fué que el salón de actos no estaba ocupado ni a la mitad de su capacidad.
¿Dónde estaban las matronas para dar apoyo a la demanda social que nos están haciendo las mujeres?
¿Y las enfermeras cuyo principal trabajo es cuidar?
El salón de actos estaba repleto de madres, como repleto de historias de madres está este libro.
Y así me doy cuenta de una cosa, de que las que realmente estan cambiando y pidiendo que cambien profesionales y protocolos son las Madres, mujeres con experiencias traumáticas, mujeres que se informan, que saben lo que quieren, que luchan por dar a sus hijos unos nacimientos tranquilos y amorosos... y que en numerosas ocasiones nos piden ayuda.
 
Bravo por todas estas mujeres.








miércoles, 5 de junio de 2013

ME PRESENTO, ¿POR QUÉ UN BLOG?


Mi nombre es Amanda Rodriguez Sanchez y soy Matrona desde mayo del 2012, poco tiempo, pero suficiente para saber y tener muy claro qué es lo que me gusta y a qué quiero dedicarme.

El día que tuve mi primera clase de Enfermería maternal en segundo de carrera me encantó y cuando descubrí lo que era una Matrona y todo su campo de actuación nada me hizo cambiar de opinión, ese fué mi objetivo desde el 2006 que terminé la carrera hasta el 2010 que conseguí aprobar el maldito EIR.

Recuerdo esa época con horror: miles de horas de estudio, lloros, desesperación y los ultimos dos años compaginados con un trabajo que aborrecía, una Uci Pediatrica de referencia nacional donde trataba el dolor, el sufrimiento y en muchas ocasiones la muerte infantil con demasiada frecuencia.

Todo eso pasó y el día que salieron las listas provisionales y descubrí que por fin mi esfuerzo tenía premio fué uno de los más felices de mi vida. Me daba igual donde ir a hacer la residencia, si a Burgos o a Ceuta, mi sueño se había cumplido, iba a ser Matrona.

Por diversos motivos me fuí a hacer la especialidad al Hospital General Universitario de Elche y aunque no fue precisamente un camino de rosas guardo con mucho cariño el recuerdo de muchas profesionales y también mamás que colaboraron en mi formación.

El hospital era intervencionista, aunque no de los más, porque disponíamos de sillas de parto, mecedoras, pelotas, camas artículadas... que se utilizaban con frecuencia pero aún había muchos profesionales resistentes al cambio al modelo más natural y sobre todo respetado.

Cuando empecé a buscar información más allá de lo que me daban en la Universidad o veía en el hospital, me di cuenta de que muchas cosas no se estaban haciendo bien y luchar de residente no es muy apropiado, me llevé varias broncas la verdad.
Dos libros marcaron para mi un comienzo en la profesión: Parir sin miedo, de Consuelo Ruiz y La Revolución del Nacimiento, de Isabel Fernandez del Castillo (precisamente el pasado 28 de Mayo la conocí en la presentación del libro Maternidad y salud. Ciencia, conciencia y experiencia y le di las gracias por haberlo escrito, por abrirme los ojos).

Al final de la residencia me fuí a hacer un curso de Parto en casa a Murcia, con las matronas de Hebamme e Irene Garzon; y allí se me abrió un mundo, me di cuenta de que el parto en casa es una opción realista y segura para la madre y quise conocer a los profesionales que trabajaban en Madrid, mi ciudad de origen.

Irene Garzón me fue presentando a las matronas de Madrid en el curso de parto en casa que organizó en Junio.

No me preguntéis por qué pero fue a Juanjo a quien le propuse colaborar en el equipo de En la Décima Luna y … me acogieron, tanto María como él, me están enseñando todo lo que saben y aunque los comienzos fueron algo difíciles ahora todo está genial.

Ya llevo atendidos con ellos muchos nacimientos y estoy muy contenta, cada parto ha sido completamente diferente, emocionante, perfecto. Me encanta el vínculo que establecemos con la familia y en especial con la madre, ese cordón umbilical invisible que parece que también te une a ti con muchas de esas parejas porque has formado parte del momento más importante de sus vidas.

Lo que más me gusta es el seguimiento y la implicación emocional que esto conlleva: durante el embarazo resolviendo sus dudas y apoyándolas, el parto, momento mágico y el puerperio, esas visitas de seguimiento viendo la evolución y acompañando, cuidando... al fin y al cabo esa es nuestra mayor competencia como Matronas: CUIDAR.

Desde hace unos meses formo parte de la Asociación Nacer en casa, estupenda forma de contribuir, desde una Asociación Internacional a difundir esta MARAVILLOSA FORMA DE NACER.


¿PARA QUÉ ESCRIBO ESTE BLOG?

Pues para expresarme, para compartir artículos que nos interesen a todas como mujeres, para promocionar mi profesión, que no quede ni una sóla mujer sin ser acompañada e informada objetivamente sobre su salud sexual y reproductiva, tanto a nivel privado como publico.

También me encantaría estar en contacto por aquí con todas aquellas parejas a las que he tenido el placer y privilegio de acompañar.

Prometo tenerlo actualizado y hacer una entrada cada 10 días.